Los Espacios Nórdicos de Aragón cierran una temporada invernal con altibajos, pero con un saldo positivo en cuanto la recta final, donde las últimas nevadas hicieron que estos espacios invernales pudieran remontar con gran afluencia de personas.
A nivel global, la temporada ha sido atípica y marcada por la climatología variable. Pero a pesar de las condiciones adversas, la suma total de usuarios entre todos los espacios alcanzó los 16.600, representando un ligero descenso del 11% respecto al año anterior.
El Espacio Nórdico de Panticosa ha seguido contando con el apoyo de las visitas de escolares de Zaragoza y la comarca. Una cantera por la que apuestan cada invierno para enseñar el esquí de fondo a los pequeños de nuestra comunidad.
También Gabardito ha tenido la visita de estudiantes, sobre todo de la zona, y lo describen como “una temporada tranquila debido a la llegada tardía de la nieve”, pero con una afluencia mejor de la esperada.
En Lizara, gracias a las nevadas de final de febrero, han podido mantener las actividades de raquetas y esquí de montaña durante marzo.
El Espacio Nórdico de Pineta ha podido abrir durante 18 días en marzo, tiempo suficiente para recibir esquiadores, practicantes de raquetas y mushers que han disfrutado de sus instalaciones.
Llanos del Hospital, que ha conseguido mantenerse abierto durante toda la temporada, ha podido celebrar todos sus eventos previstos con gran afluencia de gente.
A pesar de los desafíos climáticos y las condiciones variables, los refugios y hoteles de la región siguen abiertos para disfrutar de actividades de primavera y verano en estos enclaves naturales.
Los Espacios Nórdicos de Aragón agradecen el apoyo de la comunidad y esperan volver con renovadas energías en la próxima temporada invernal.